miércoles, 5 de mayo de 2010

la caja de cerillas


Como agua para chocolate.
Si bien todos nacemos con una caja de cerillas en nuestro interior, no las podemos encender solos, necesitamos como el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela”. Continúa diciendo que al encender nuestras cerillas, se produce en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo, poco a poco, conforme pase el tiempo, hasta que venga una explosión para reavivarlo.
Y lo más importante:
Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía al alma. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillas se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo

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